
El frío, la humedad y los cambios bruscos de temperatura hacen que nuestra piel se reseque y la veamos apagada. La llegada de la primavera nos indica el momento idóneo para prepararla a que luzca sana y perfecta. Nuestra piel se encuentra seca y delicada y es hora de cuidarla para dar paso al calor, os cuento unos sencillos pasos para conseguirlo:
- Exfolia la piel del rostro y del cuerpo. Apuesta por un buen exfoliante que estimule la renovación celular, elimine las moléculas muertas y deje la piel mucho más suave. Intenta utilizar uno específico para la cara, que repare tu rostro y le aporte dosis extra de nutrientes, y no olvides el resto del cuerpo. Puedes hacerlo una vez por semana y conseguirás una piel más uniforme y luminosa, con una mejorada capacidad receptiva. De esta manera, los cuidados que se apliquen a continuación serán más eficaces debido a la limpieza del poro.
- Hidratación exterior. Tras la exfoliación es imprescindible aplicar una buena capa de crema hidratante. Una piel hidratada es una piel cuidad. Asegúrate de buscar una crema adecuada a tu tipo de piel. Recuerda en este post como conseguir una buena hidratación.
- Hidratación interior. Otra forma de hidratar nuestra piel es desde dentro. Bebe abundante agua y procura mantener una dieta sana y equilibrada, en la que no falten frutas y verduras de temporada, que nos aporten los nutrientes necesarios. Consume alimentos o zumos ricos en antioxidantes, carotenos y vitaminas A, C y E.
- Limpieza. A lo largo del día nuestra piel va acumulando suciedad, por lo que es necesario lavarla y limpiarla correctamente para eliminar restos de maquillaje y/o suciedad. Para ello puedes usar leches limpiadoras, geles o jabones adecuados a tu tipo de piel. El cuidado de la piel comienza con una correcta higiene y limpieza
- Manos. Aunque ya no sufran tanto como en invierno, no te olvides de cuidar tus manos y uñas. Mantenlas limpias, evita el contacto con productos agresivos que puedan dañarlas y continúa la rutina de aplicar crema hidratante todas las noches.
- Protección solar. En primavera los días se alargan, suben las temperaturas y cada vez nos exponemos más al sol, y es en estas primeras exposiciones solares, en las que es más fácil que la piel se queme ya es está más sensible. No olvides el uso de protección solar adecuada a nuestro tipo de piel. Para conseguir ese tono bronceado puedes aplicarte un autobronceador antes.
- Contorno de ojos y labios. Usa un contorno de ojos y un bálsamo labial. La piel de estas zonas es especialmente fina y delicada, por lo que necesita un cuidado específico. Debemos prestarle especial atención y utilizar productos específicos
- Ejercicio. Realiza una actividad física que te haga sentir bien. Al sudar nuestra piel libera toxinas, por lo que se oxigena la piel y todo nuestro organismo. El ejercicio físico además de favorecer la salud de la piel, mejora notablemente los huesos y el tejido muscular, que a su vez aumenta el metabolismo basal por lo que es más fácil perder peso y mantener la figura.
- Descanso. Asegura un buen descanso. Este es un requisito fundamental para mantener una correcta salud de la piel y del cuerpo en general, en cualquier época del año. Mientras dormimos nuestro cuerpo descansa y recupera energía y nuestra piel se regenera. La falta de sueño acelera el proceso de envejecimiento, por lo que procura darle a tu cuerpo el descanso necesario.
Haz caso de estos sencillos consejos durante la primavera y verás cómo podrás presumir de una piel cuidada y radiante.